La teoría del líder

Esta mañana desayunaba y me encontraba en la tele con una bonita iniciativa de los chicos de la Escuela de Informática de la Politécnica de Madrid: Dimensión 2005. Por allí se paseaba la reportera de TeleMadrid como Niel Armstrong caminando entre marcianos, enseñando las actividades que se están realizando en estas jornadas lúdicas. Por la pantalla desfiló una partida en curso de Sid Meier´s Civilization (Edge Entertainment) y otra de Trivial además de sesiones de rol, videojuegos, futbolines o gastronomía japonesa… curiosa mezcla. El caso es que parece que hay cierto interés o curiosidad de los medios de comunicación por estas actividades tan “exóticas”. Una curiosidad que no se explota lo suficiente.

Quería primero informaros de esto y de paso enlazar con la reflexión en alto del día de hoy, el papel que jugamos los aficionados en la difusión de nuestro hobbie. Lamentablemente, hasta ahora, creo que somos los únicos que lo estamos promocionando como profetas perdidos en mitad del desierto. Incansablemente, casi como reclutadores para una secta, obligamos a nuestros amigos a probar nuestro nuevo juego, regalamos un “eurogame” a ese amiguete que queremos enganchar a la causa u orientamos a esa viejecita que busca algo que regalar a su nieto. Poco a poco el mensaje va calando pero el boca a oreja tiene varias limitaciones: lentitud y alcance limitado. Al final cada uno llegamos a diez, quince o veinte de nuestros amigos pero la cadena se rompe ahí porque la comunidad se vertebra en torno a un “líder”. En todos los círculos de jugadores hay una especie de “prescriptor” que es la persona que más esfuerzo dedica al hobbie: tiene los juegos, se informa de ellos, los compra, estudia las reglas, las explica e incluso convoca y presta su casa como lugar de reunión. Quizás alguno de su grupo llegue a comprar algún juego pero siempre a la sombra de este “líder”. En contadas ocasiones surgirá otro “líder” que cree un nuevo círculo. Por eso, mientras el único canal de difusión sea el boca a oreja hay que alimentar a estos líderes bien sea con información, ayuda o ofertas y por otro lado crear otros “líderes de opinión”. ¿Cómo? cierto que no es fácil, aunque tampoco caro, pero en todas las acciones hay que intentar inculcar la idea de que este mundo va más allá de Monopoly, Risk e incluso Settlers o Carcassonne y que es un campo divertido que explorar. No entiendo por qué dentro de Colonos de Catán no hay un folleto explicativo de que es un Eurogame y la línea de productos de Devir sobre el tema… incomprensible, estamos dejando captar muchos “líderes” por cosas así.

Papel clave también lo juegan los clubes que funcionan como prescriptores pero con la ventaja que pueden llegar a más gente. Sin embargo pocos o ningún club podemos encontrar en España dedicados casi en exclusiva a los Eurogames y casi siempre se mezclan con rol o wargames. En EEUU está surgiendo un extraño fenómeno asociativo en las parroquias. Allí es relativamente normal que las familias se reúnan en la iglesia o centro social para jugar a juegos más conocidos y también alemanes. Una buena manera de hacer comunidad que las autoridades valoran y aprovechan.