Debate sobre el estado de la nación. (El negocio de los juegos I)

Seguro que muchos de vosotros habéis soñado con montar una tienda de juegos, yo al menos sí y a veces fantaseo con ello cuando paso por delante de locales vacíos de mi barrio. Llenaría el escaparate de consignas llamando a las familias de la zona: "¡diversión en familia!", "¡acuérdate cuando eras pequeño!", "¡fáciles, rápidos y sin violencia!" y cosas así… Reservaría un espacio para llenarlo de mesas donde las familias y grupos de amigos se reunirían a probar las últimas novedades mientras toman algo. Atendería a los despistados que entraran en la tienda, como una araña agasaja a una mosca atrapada en su red, para engancharlos a nuestra pasión. Tendría una copia de cada juego abierta que enseñaría gustosamente a los clientes. Las cajas llegarían del suelo al techo con juegos de todo el mundo y para todo el mundo…. Y luego echas cuentas de lo que vale un local, de lo que cuesta hacerse con la mercancía, de lo que ganas por juego, de cómo los consumidores huyen hacia Internet, de lo que cuesta hacer entender al españolito de a pie nuestro hobby. Y llegas a la conclusión de que los valientes que tienen tienda en este país son unos completos héroes.

Esto lo hago extensible a todos los estamentos que completan este negocio: editoriales, autores o importadores. Muchos de ellos llevan políticas, ideas o modos en mi opinión equivocados pero aun así mi aplauso de envidia y reconocimiento para ellos.